lunes, 29 de octubre de 2012

Oración al Ángel de la Guarda



Santo Ángel, mi guía celestial, 
a quien tantas veces he entristecido
con mis pecados. No me abandones. Te lo ruego.
En medio de los peligros, no me retires tu apoyo.
No me pierdas de vista ni un solo instante, sino que tus
amables inspiraciones dirijan y fortifiquen mi alma,
reanimen mi corazón desfallecido y casi apagado,
porque está sin amor: comunícale alguna chispa de las
llamas suaves y puras que te abrasan, a fin de que cuando
llegue el término de esta vida pueda en tu compañía y la
de todos los Ángeles obtener la vida eterna y ver sin cesar 
a Jesús, amarlo, alabarlo y bendecirlo. Amen.

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