lunes, 29 de octubre de 2012

Consulta médica con Jesús, El Divino Maestro


Ya en el consultorio, Jesús me tomó la presión y me encontró: bajo de ternura; en temperatura 40 grados de egoísmo; el electrocardiograma mostró venas bloqueadas, corazón vacío; el examen ortopédico, indicó que no podía abrazar ya que había tropezado con la envidia; en mis ojos encontró miopía, sólo veía las apariencias; además me encontró sordo, sólo me quedaba con las palabras vacías de cada día.

Receta:
Tomarás los remedios estipulados en el evangelio; un vaso diario de agradecimiento y en el trabajo una cucharada sopera de buenos días.
Cada hora un comprimido de paciencia y una copa de humildad.
En la casa me pondré diariamente una inyección de amor y al acostarme dos cápsulas de conciencia tranquila.
Duración del tratamiento, Toda la Vida; y en caso de emergencia, consúltame nuevamente.
Gracias Señor, Tú, el médico que todo lo cura.

Cómo puedes ser Mejor:
Usa tu boca para hablar con palabras amables y lo bueno de las personas.
Con tus ojos busca lo bueno en cada uno de tus hermanos y exáltalo.
En tu bienestar y fortuna, comparte con el necesitado tu abundancia.
Cuida tu porte, camina seguro, ya que nunca estarás solo y nunca mires a nadie por encima del hombro ni pases por encima de él.
Tus manos, úsalas para ayudar; y tu inteligencia para crecer y hacer crecer a los demás.
Lo atractivo de las personas no está en el rostro, está en el alma, y ésta se ensancha y embellece con el paso de los años; no envejece ni se arruga, ni necesita de cirugías.

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