viernes, 2 de noviembre de 2012

Una plegaria para servir


Dios de la creación, estamos nuevamente aquí, esperando humildemente. Siempre abiertos, orando, buscando, esperando Tu respuesta, buscando el paso siguiente, deseando tener una dirección en nuestro servicio que sea la Tuya. 
  
De esta manera encuentro mi felicidad y dicha más grandes. Así encuentro el llamado mayor de mi corazón. Así sacrifico al mundo con gusto. Porque de esta manera, me encuentro a mí mismo, porque no pertenece al mundo. 
  
Es de Ti  Y es a Ti a quien busco, una y otra vez. Y ciertamente, un día Te voy a encontrar y vamos a descubrir que esa unidad siempre ha sido el Bien Amado.
  
Solamente oro para estar disponible para Ti  tal como se que Tú has estado siempre disponible para mí. Mantengo el corazón abierto y la mente firme en esto que he elegido volverme en Ti.

Permite que eso que me distrae sea alejado, para otros que necesitan aprender de ello. Pero mantenme en el corazón de Tu corazón. Y mantenme en los corazones de mis hermanos, los hombres, para que en ese lugar adonde resido con ellos, encuentren consuelo y yo no sea un obstáculo para ellos. Que me vean con dicha y diciendo con gusto: “El es mi amigo.” Esto, entonces, es la forma en que funciona la fuerza cósmica del amor y la Luz.
Amén, Señor.

0 comentarios:

Publicar un comentario